Entre mis patoaventuras fotográficas, y los de más atareados días que tuve con la preparación y asistencia a los quince años, y las graduaciones de primaria, tuve la oportunidad y el gusto de ir tambien a una graduación de kinder, donde me enfoqué particularmente a un par de graduadas.

Mientras más pequeños son los niños, más bonito es el entorno, los "aawwww" y los "que lindos" abundaban entre los comentarios de todos los asistentes. La misa empezó a las 9 de la mañana y después de eso tuvieron un evento en donde recibieron sus diplomas, bailaron y cantaron, sin duda una gran oportunidad para tomar aún más retratos.

En la misa, bueno los niños no son precisamente fuertes, pero soportaron la espera, y con la ayuda del sacerdote (quien hizo la misa más rápido de lo normal) en poco tiempo estaban listos para ir a celebrarse. El padre en todo momento mantuvo el contacto y el diálogo con los niños, haciendo más dinámica la misa.

La mayoría del tiempo, los niños incluso estuvieron atentos para despertar y ser parte de cada sección de la parte religiosa de su celebración.

Incluso tuvieron momentos emotivos, por ejemplo después de la comunión donde pudieron ir a agradecer a sus padres y maestros. Insisto en que pudiera parecer normal, pero en el caso particular de las niñas que yo acompañaba, fue más emotivo, al existir diversas 'barreras' o conflictos con sus familias. Esta pequeña dudaba de qué hacer cuando se les pidió que abrazaran a sus padres, y fue muy emotivo cuando lo hizo.

Después de la foto obligada de grupo, los pequeños fueron a su fiesta donde disfrutaron cada momento al lado de sus compañeritos, sin saber de manera cierta lo que sigue para cada uno en una de esas etapas que para muchos (como yo) parece pasar de noche.

Después de un breve desayuno, se dió lugar a la entrega de sus diplomas y recuerdos, y no podían ocultar su felicidad al haber conseguido este logro!

El niño de la siguiente foto me preocupó un poco, porque le vi demasiado parecido conmigo mismo!! Espero no sea un hijo perdido jajajaja

Después de eso el momento más esperado, para no variar, el baile, que si de por sí es interesante de ver, entre puros chiquitines es aún más bonito, fue todo un reto sortear a los demás papás fotógrafos, ahí tuve ventaja con la longitud del lente de mi equipo.

Por cierto, fue interesante la cantidad de gente que se acercó conmigo a pedirme fotos de sus hijos, reconozco que me veo como fotógrafo (especialmente con la cámara con flash externo y un enorme 70-200 en color blanco) aunque la realidad es que no lo soy, aún así ofrecí mi tarjeta para quien quisiera adquirir algunas fotos.

¿A poco no son imágenes dignas de un 'aaawwwww'? yo la pasé bien con los pequeñines para variar, pero después de esto, pregúntenme cuantas veces he usado la cámara! la guardé y ambos estamos descansando jaja, aunque ya ahora siento la necesidad de ir a cazar algunos bichos con mi macro. Bueno, veremos si en estos días es posible.