Ayer tuve el gusto de encontrarme con mi amiga y excelente psicóloga Silvia Tejeda y platicamos brevemente de las fotografías que tomé en los quince años de las chicas de casa hogar. Me preguntó acerca de las primeras comuniones, y me comprometí con ella a publicar este post donde le mostraría lo que fue el evento, así que aquí está! 

Para empezar, fue un evento de por sí llamativo (en total como 25 niñas entre primera comunión y confirmaciones) y al mismo tiempo tuvo su dosis de emotividad, ya que para algo así la presencia de familiares de estas niñas fue mayor a lo que generalmente es a través del año y distintos eventos. Eso enmarcó la emoción aún más, ya que haciendo de lado el hecho de que harían su primera comunión, ellas estaban de más emocionadas porque alguno de sus familiares las verían y pasaría un rato con ellas, cosa que desafortunadamente en muchos de estos casos no se da muy frecuentemente.

Para no fallar, (y como consejo para tomar fotos auténticas) llegué desde antes a su casa para poder capturar unas imágenes de los momentos previos. Había mucha alegría y emoción en el ambiente, particularmente por las visitas que no son tan habituales, como el hermanito de ella:

Ellas estaban prácticamente listas, y desde luego radiantes, bien podría haberme acabado mis baterías en ese momento, pero aún faltaba lo mejor.

Todos los vestidos y peinados daban mucho lugar a hacer distintos tipos de fotos, e incluso pude capturar algunas expresiones de nerviosismo antes de la salida:

Una vez en el templo, la fiesta empezó desde antes, todos querían su fotografía, y no es para menos! todo mundo bien arreglado, y más que dispuestos. Quiero destacar la siguiente foto, que es una imagen que siempre había querido tener, estas dos niñas en casa hogar desde temprana edad, y estos dos niños, tambien en casa hogar desde muy chicos, y reencontrados por el destino en un evento de asistencia social que hubo, ¿se imaginan? 8 años después se reencuentran, y pudieron estar juntos en este gran evento:

Pero había que estar en todo, había muchas imágenes que valía la pena conservar para siempre... uno cambia de modalidad, y busca congelar cada parpadeo, las fotografías cambian cuando uno añade sus propias emociones al contexto.

La mismísima y famosísima "Chapada de Odo":

A la ya enorme emoción y suspenso en las niñas, se añadió el pequeño factor de que el sacerdote llegó retrasado a la misa! entonces esto provocó un incremento en el nerviosismo de las pequeñas y no tan pequeñas, que junto con sus madrinas esperaban impacientes:

Por fin la misa comenzó y se llegó el gran momento, fue complicado capturar las imágenes de todas desafortunadamente, pero en su mayoría estuvo bastante bien:

Despues de las confirmaciones, dieron las primeras comuniones, siempre es bonito ver los rostros de emoción de los niños:

Y, por supuesto, al final las fotos grupales que nunca faltan!

Después de eso era momento para la fiesta, y en una bonita tarde, estas pequeñas pudieron convivir con su familia y amigos, cerrando con broche de oro un día muy importante para ellas.

Como siempre muy agradable y cansado, ese 70-200 exige mucho pero entrega aún más!!