Cuando el día del matrimonio llega, es normal que haya presión por todos lados. Considero que desde el punto de vista fotográfico, la presión para el fotógrafo es buena (con medida) ya que nos puede impulsar a sacar lo mejor de nuestras habilidades y equipo. Cuando me eligieron como el fotógrafo, de una manera muy amable y con muchas esperanzas en mi trabajo, comencé a sentir la gran responsabilidad.

Una boda es un momento único en donde el interés es poder recordar con alegría todos los momentos que se vivieron. Para esto, la fotografía es ideal, con todo y que ahora hay muchas maneras de guardar recuerdos, como el video por ejemplo; aún así la fotografía sigue siendo algo muy querido. El video es más "honesto" con los recuerdos, en la fotografía hay magia, porque cuando vemos una fotografía nuestra mente nos lleva de vuelta a ese lugar, y nos trae de vuelta esas sensaciones.

Fue para mí un gran reto, especialmente porque no conocía a los novios, todo lo traté con la hermana del novio, quien por cierto se portó conmigo de una manera admirable, mostrando respeto y desde luego que mucho interés por mi trabajo; pero al no conocer ni los gustos, ni la forma de ser de los novios, pues siempre fue un poco más complejo al tener que "adivinar" un poco, pero también le dió emoción.

El matrimonio 'original' tuvo lugar detrás de cámara, fue divertido capturar unas fotos del que verdaderamente fue el momento. Después de eso, el acto enfrente de todos los invitados tuvo lugar. El juez fue muy amable conmigo, permitiéndome y dándome oportunidad de actuar en los momentos importantes, lo que permitió unas capturas más que adecuadas

Pasé un momento gracioso, porque el juez, mientras me decía como iba a darse cada paso, me dijo que iba a darles un discurso que los emocionaría, y que iba a intentar hacerlos llorar un poco, este comentario me permitió prepararme y concentrarme en las expresiones!

La emotividad llegó hasta los padres de los novios, quienes expresaron unas palabras.

Después de mucha plática y poca acción, los declararon por fin marido y mujer.

Y después de las muchas fotografías de familiares y amigos con los novios, hubo espacio para tomar algunos retratos.

También fue vital no perder detalle de las cosas "pequeñas":

El ambiente después de la fiesta fue fabuloso y había mucha disposición para las fotografías!

Había un jardín con un trampolín, pensé que sería buena idea para unas fotos de los novios, y poder destacar más su esencia:

Los niños parecían un poco impacientes jajaja:

Tuve una experiencia interesante cuando esta pareja se acercó para pedirme una fotografía, en este caso digital, y después de acordarlo, les tomé su foto que después fue enviada por correo electrónico:

Después los bailes, también muy animados, todos parecían divertirse a lo grande!

Fue otra experiencia enriquecedora que me permitió aprender y explorar aún más mi gusto por la fotografía. No fue el clásico tipo de boda al que la gente está acostumbrada, más sin embargo fue un gran evento, lleno de pequeños detalles y grandiosas personas. Fue un gusto haber podido capturar sus momentos para siempre!!